Este chiste recibió bastantes felicitaciones, supongo porque mucha gente en el barrio se sintió identificada. Es lo bueno del humor, a veces puedes hacer una reivindicación o simplemente ejercer el derecho a pataleta, de una manera amable. Yo tengo perro y siempre recojo sus cacas! Colgado el 6 de junio del 2005.
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